Santo Rosario - Varios

Quiero subrayar particularmente el mensaje de Fátima en el cuál la Virgencita nos pide rezar urgentemente el Santo Rosario por la conversión de los pecadores y por la PAZ en el mundo, y nos dice: “al final, mi Corazón Inmaculado triunfará”...
Por este motivo, les invitamos a rezar cada día el Santo Rosario según las intenciones del Santo Padre, por las Intenciones de nuestra Madre Celestial y nuestras intenciones personales.

Pues solo así, unidos, podremos detener el mal en el mundo.

Para descargar el instructivo (modo de rezarlo,oraciones) , Santo Rosario, Coronilla de la Divina Misericordia, Rosario en Honor a Nuestra Señora de las Lágrimas : http://www.badongo.com/file/5058420

Audio en linea (sin necesidad descarga) Misterios del Santo Rosario

Santo Rosario

Santo Rosario, por los Niños no Nacidos - Descarga

Santo Rosario, en honor a Nuestra Señora de las Lágrimas - Descarga

Coronilla de la Divina Misericordia - Descarga


Hermanos, oren, oren... y oren. Como nos pide Nuestra Madre. La única oración que se pierde, es la que no se hace. Si supieras, cuanto la Virgen te ama, llorarías de gozo. Paz y Bien.

Benditos sean ... El mundo está muerto de Amor

BENDITOS SEAN LOS QUE HACEN LA VOLUNTAD DE MI PADRE

-La paz esté con vosotros. Yo el Señor, vengo a abrir corazones y libraros a todos del mal. Vosotros vivís en un periodo de gracia. Yo he dicho que Mi Espíritu se derramará sobre toda la humanidad. Benditos sean los que reciben Mi Espíritu de Gracia sin dudar, benditos sean los pobres en espíritu porque de ellos es el Reino de los Cielos, benditos sean los limpios de corazón porque la Sabiduría se revelará a Sí Misma a ellos. Benditos sean los que hacen la Voluntad de Mi Padre del Cielo porque las puertas de Mi Reino se abrirán para recibirlos, benditos sean Mis vasos de luz que llevan Mi Palabra y difunden Mis Mensajes que os da Mi Santo Espíritu, porque muchos de vuestros pecados serán perdonados. Venid a mi.

EL MUNDO ESTÁ MUERTO AL AMOR

El tiempo apremia y muchos están todavía desprevenidos y en un profundo sueño. Los días pasan volando y Mi Corazón se sume en una profunda tristeza cuando miro desde lo Alto a la juventud de hoy. Falta el amor... pero ellos tampoco han conocido nunca el amor. Muchos de ellos ni siquiera han recibido nunca el calor o el amor de su madre, porque ella no tenía ningún amor que darles. El mundo se ha vuelto frío, de un frío glacial, y los padres se vuelven el uno contra el otro. El hijo se vuelve contra sus padres por falta de amor. El mundo está muerto al amor. Yace en una profunda oscuridad, porque el odio, la codicia y el egoísmo dominan la tierra entera hasta su mismo centro.

Junio - mes del Sagrado Corazón de Jesús

Evangelio: Mt 11, 25-30

En aquella ocasión
Jesús declaró:
--Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de
la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y prudentes y las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, ni nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera revelarlo.
"Venid a mí todos los fatigados y agobiados, y yo os aliviaré. Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas: porque mi yugo es suave y mi carga es ligera."

Comentario: Rev. D. Antoni Deulofeu i González (Barcelona, España)

«Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso»

Hoy, cuando nos encontramos cansados por el quehacer de cada día —porque todos tenemos cargas pesadas y a veces difíciles de soportar— pensemos en estas palabras de Jesús: «Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso» (Mt 11,28). Reposemos en Él, que es el único que nos puede descansar de todo lo que nos preocupa, y así encontrar la paz y todo el amor que no siempre nos da el mundo.

El descanso auténticamente humano necesita una dosis de "contemplación". Si elevamos los ojos al cielo y rogamos con el corazón, y somos sencillos, seguro que encontraremos y veremos a Dios, porque allí está («Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo»: Mt 11,25). Pero no sólo está allí, encontrémosle también en el "suave yugo" de las pequeñas cosas de cada día: veámoslo en la sonrisa de aquel niño pequeño lleno de inocencia, en la mirada agradecida de aquel enfermo que hemos visitado, en los ojos de aquel pobre que nos pide nuestra ayuda, nuestra bondad…

Reposemos todo nuestro ser, y confiémonos plenamente a Dios que es nuestra única salvación y salvación del mundo. Tal como lo recomendaba Juan Pablo II, para reposar verdaderamente, nos es necesario dirigir «una mirada llega de gozosa complacencia [al trabajo bien hecho]: una mirada "contemplativa", que ya no aspira a nuevas obras, sino más bien a gozar de la belleza de lo que se ha realizado» en la presencia de Dios. A Él, además, hay que dirigirle una acción de gracias: todo nos viene del Altísimo y, sin Él, nada podríamos hacer.

Precisamente, uno de los grandes peligros actuales es que «el nuestro es un tiempo de continuo movimiento, que frecuentemente desemboca en el activismo, con el fácil riesgo del "hacer por hacer". Hemos de resistir esta tentación buscando "ser" antes que "hacer" (Juan Pablo II). Porque, en realidad, como nos dice Jesús, sólo hay una cosa necesaria (cf. Lc 10,42): «Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí (…) y hallaréis descanso para vuestras almas» (Mt 11,29).