Queridos hijos, hoy como nunca antes, los invito a orar. Que sus vidas se vuelvan plenas de oración. Sin amor no pueden orar, por eso los invito ante todo a amar a Dios, el Creador de sus vidas; luego reconocerán y amarán a Dios en todos, tal como Él los ama. Queridos hijos, es una gracia que yo pueda estar con ustedes. Por lo tanto, acepten y vivan mis mensajes por su propio bien. Los amo y por eso estoy con ustedes para enseñarles y guiarlos hacia una vida nueva, la de la renuncia y la conversión. Solamente así descubrirán a Dios y todo lo que ahora está lejos de ustedes. Por eso, queridos hijitos, ¡oren!
Gracias por haber respondido a mi llamado.
¿ Que opina la Virgen María del aborto ?
Para las familias croatas que me rodean, el nacimiento de un niño es una gran alegría. Un niño es deseado, recibido con amor, mimado, llevado en brazos. Es motivo de una verdadera felicidad para todos y un don de Dios. La Gospa no podía conquistar mejor el corazón de los videntes de Medjugorje que mostrándoles al Niño Jesús en sus brazos.
En Medjugorje el aborto no existía. Al igual que la droga, el suicidio o el divorcio, el aborto pertenecía a otro planeta. Los videntes eran tan inocentes que la Virgen misma tuvo que revelarles algunos aspectos del mal obrando en el mundo actual, para que tomaran conciencia y comprendieran la apremiante urgencia de la oración. Por ejemplo, ella le habló a Marija de la masonería, de las consagraciones a Satanás, de ciertos proyectos secretos para destruir al Santo Padre, etc. También mostró en imágenes a Jelena diferentes escenas de la acción de Satanás y de las destrucciones que él lleva a cabo en estos tiempos. ‘Los videntes se quedaron asombrados’.
La suerte de Mirjana fue un poco diferente. Recién casados, sus padres tuvieron que irse de Medjugorje para trabajar en Sarajevo. Tenían que sobrevivir en condiciones sumamente precarias. Habían alquilado una pequeñísima habitación en la que nació Mirjana. Pero el propietario los amenazaba: “Si tienen otro hijo, tendrán que irse”. Ambos debían trabajar para poder pagar el alquiler. Por fin, ocho años más tarde, pudieron alquilar una pieza más grande. Entonces nació el hermanito.
Carecíamos de todo – me cuenta Mirjana. Yo me quedaba sola en el cuarto todo el día. Mis padres se sacrificaban por mi. Compraban las bananas, fruta muy cara en la época, y para que me las comiera me decían: “A nosotros no nos gustan las bananas, “que frutas más horrible”. ‘Me alimentaban lo mejor que podían”. Recibí de ellos mucho amor y nunca me afectaron las privaciones. Hoy en día, siento una inmensa gratitud hacia mis padres. Sé que yo no existiría si se hubieran dejado vencer por el miedo. La amenaza comunista era constante y la seguridad inexistente. Ellos confiaron en Dios y hoy les agradezco por el don de la vida. ‘Y mira como la Santísima Virgen manejó las cosas después’. ¿ Quién lo hubiera pensado ? ‘Nosotros no tenemos poder de decisión sobre la felicidad de nuestros hijos’.
Para poder seguir estudiando tuve que cambiar de escuela. Esa nueva escuela fue una prueba muy grande para mi porque mis compañeros no conocían a Dios y vivían en gran pecado. El aborto y muchas otras cosas se practicaban a diario
como algo totalmente normal y esto me hacía sufrir enormemente. Las apariciones ya habían comenzado, pero yo no podía decir ni una sola palabra acerca de ellas. Me vigilaban, me espiaban y, con el menor traspié, mis padres hubieran podido perder su trabajo.
Una mañana una compañera de clase me dijo: “Hoy voy a abortar y después iré al concierto”. Indignada al ver que ella ponía la muerte de un niño en el mismo plano que un concierto, se me escapó la mano y le di una bofetada ¿Sabes? Es esa época ‘yo no era así’ Ella me devolvió la bofetada y nos peleamos tanto que nos mandaron a las dos a la oficina del director.
Y cuando la Santísima Virgen se te apareció después de este episodio, ¿te lo reprochó?
Ella no mencionó la bofetada, pero me dijo que yo sola podía cambiar a esas personas con el ejemplo y oración. Comprendí que no debía ni sermonearlos ni enojarme con ellos.
¿Y más adelante te habló del aborto, como lo hizo con Marija y con Vicka?
Si, porque muchas veces yo le hablaba de lo que veía a mi alrededor y le pedía que me ayudara. Ella me dijo que no juzgara a esas personas, sino que las amara y orara para que se reconciliaran con Dios. También me dijo que el padre y la madre del niño abortado tendrían que sufrir mucho. Y lloró copiosamente. La Virgen dice que abortar es un pecado muy grave porque es matar.
Dios perdona todos los pecados, pero, para este en particular, él pide al padre y a la madre que ambos hagan una gran penitencia en reparación.
¿Y que dice de los niños abortados?
Ella dijo: Ellos me pertenecen.
En Medjugorje, muchos peregrinos (padres o madres de niños abortados) han podido iniciar un hermoso camino de conversión, de sanación interior, reconciliándose con el pequeño ser que un día rechazaron. En lugar de borrar su recuerdo, empiezan a considerarlo al fin como una persona humana, viva en el Cielo, dotada de un corazón y de un alma, y deciden reconciliarse con él. Le piden perdón desde lo hondo de su corazón y desarrollan una unión con él cada día más fuerte como miembro de la familia. Le ponen un nombre, le oran y oran por él. Esta reconciliación y este recibimiento en el seno de la familia son fuente de grandes gracias para los padres y hasta para los demás hijos. Los padres solteros a quienes concierne esta situación viven un análogo “ensanchamiento” del corazón. Aun si las mamás conservan cierto dolor, ellas están en paz y no son más atormentadas o torturadas por la pérdida de su niño: lo han depositado en el Corazón de María.
1 comentario:
Gracias por difundir estos testimonios.
hABLA mARÍA DE LOS SUICIDAS?
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