Feliz día de la Mujer ... Feliz día de María !!!

Oración por la Mujer

Gracias, Dios Padre Bueno
, por el amor que nos tienes;
porque nos has creado a tu imagen y semejanza
en la condición de varón y mujer;
para que, reconociéndonos diferentes,

busquemos complementarnos:

el varón como apoyo de la mujer

y la mujer como apoyo del varón.


Gracias, Padre Bueno
, por la mujer
y su misión en la comunidad humana.

Te pedimos por la mujer que es hija:
que sea acogida y amada por sus padres,
tratada con ternura y delicadeza.

Te pedimos por la mujer que es hermana:
que sea respetada y defendida por sus hermanos.

Te pedimos por la mujer que es esposa:
que sea reconocida, valorada y ayudada por su esposo,
compañero fiel en la vida conyugal;
que ella se respete y se dé a respetar,
para vivir ambos la comunión de corazones y anhelos
que se prolongan en la fecundidad de una nueva vida humana,
participando así en la máxima obra de la creación: el ser humano.

Te pedimos por la mujer que es madre:
que reconozca en la maternidad el florecimiento de su feminidad.
Creada para la relación,
sea sensible, tierna y abnegada en la educación de cada hijo;
con la dulzura y la fortaleza,
la serenidad y la valentía,
la fe y la esperanza
que van forjando la persona, el ciudadano, el hijo de Dios.

Te pedimos por las mujeres buenas y generosas
que han entregado su vida para realizar la nuestra.

Te pedimos por las mujeres que se sienten solas,
por las que no encuentran sentido a su vida;
por las marginadas y usadas como objeto de placer y de consumo;
por las que han sido maltratadas y asesinadas.

Te pedimos, Padre Bueno, por todos nosotros, varones o mujeres;
que nos sepamos comprender, valorar y ayudar mutuamente,
para que en la relación, amable y positiva,
colaboremos juntos al servicio de la familia y de la vida.

Amén. Fuente Fragancias de Cristo

DIÁCONO JORGE NOVOA: LAS ESPOSAS, "SOCIAS SILENCIOSAS DEL PADRE"

Muchas veces, aparecen esposas preocupadas por la fe de sus esposos, o por la poca participación de éstos en las eucaristías dominicales. Basta dar una mirada general en nuestros templos, y constatar rápidamente, la desproporción de participación que existe entre varones y mujeres. Este deseo nacido en el corazón de las esposas, manifiesta el ser el uno para el otro, “ayuda adecuada”.

Dios es quien las ha movido, no solamente a reparar en esta situación, sino a orar con cierta perseverancia al Señor, para que mueva sus corazones. El Espíritu Santo es quien les muestra el camino adecuado, fecundando la espera, porque sin el auxilio divino muchas veces viene el desánimo.

La oración perseverante de las esposas abre puertas y libera de obstáculos. He sido testigo, en un sinnúmero de casos, de este compromiso de amor de las esposas como “socias silenciosas” del Padre Eterno que busca al hijo alejado, sumidas en la oración perseverante. La espera supone por momentos una carga pesada, que se incrementa, en la medida en que los años pasan y la eternidad comienza a palpitar con mayor intensidad en sus corazones. Soportar el peso de la espera, es colaborar activamente con la obra de Dios en los esposos. El amor adquiere su dimensión oblativa.

Estás dispuesta a ofrecerte como socia silenciosa del Padre Eterno? Qué buena ocasión es realizar la novena a san José! Cuánto silencio fecundo en la vida de este santo varón! Él como varón justo supo custodiar los caminos de la salvación, esos que hoy, Dios quiere que transite tu esposo.

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