VIVE TU FE, de la MANO DE MARIA

Participamos en Abril de un retiro, una oportunidad para recargar nuestra lámpara con aceite, una oportunidad de sacudir nuestra mediocridad y encendernos con el Espíritu de Dios.
Se habló de la EUCARISTÍA. El pan Vivo bajado del Cielo: Jesús mismo con su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad.

De no ir a recibir a Jesús como una tradición, como una costumbre, sino estamos preparados para ello, sino está nuestra tierra fértil para que El de frutos.

Jesús nos sana, nos libera, nos fortalece, nos enciende en la Eucaristía: por eso la bendición de la Santa Misa diaria.

La Santa Misa,comienza cuando salimos de ella: ahí comienza nuestra Misión.

Visitar, acompañar al Amor Divino, a Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar y/o Sagrario. Hacer adoración. Dios derrama infinidad de gracias a través de ello. No nos dan las manos para recoger los frutos.

Nuestra MADRE, ella que fue el Primer Sagrario, que lo tuvo 9 meses en su Vientre Materno, nos pide todos los días a través de sus mensajes: ADOREN AL AMOR DIVINO, ADOREN A NUESTRO AMADISIMO JESUS. Ella conoce lo que es tener a Jesús en nuestro Sagrario.

A aquellos hermanos que nunca lo han hecho o lo han hecho ocasionalmente, no se lo pierdan. Vayan 15 min. diarios y luego me cuentan los milagros que hará en tú vida y la gracia que derrama en ti. Todo lo que pidas ahí, te lo concederá. PIDE Y SE TE DARA.

NO SE PIERDAN DE VISITAR A JESUS EN EL SANTISIMO SACRAMENTO DEL ALTAR, EN LOS SAGRARIOS. Llena Tú Sagrario con el Amor Divino del SAGRARIO DE JESUS.