¿Sábeis qué ayuno quiero yo?, dice el Señor, Yavé:
Romper las ataduras de iniquidad, deshacer los haces opresores, dejar libres a los oprimidos y quebrantar todo yugo; partir tu pan con el hambriento, albergar al pobre sin abrigo, vestir al desnudo y no volver tu rostro ante tu hermano.
Entonces brotará tu luz como la aurora, y pronto germinará tu curación e irá delante de ti tu justicia, y detrás la gloria de Yavé. Entonces llamarás, y Yavé te oirá; le invocarás, y Él dirá: Heme aquí.
Cuando quites de ti el yugo, el gesto amenazador y el hablar altanero; cuando des de tu pan al hambriento y sacies el alma indigente, brillará tu luz en la oscuridad, y tus tinieblas serán cual mediodía.
Yavé será siempre tu pastor, y en el desierto hartará tu alma y dará vigor a tus huesos.
Serás como huerto regado, como fuente de aguas que no se agotan; y serán edificadas por ti las antiguas ruinas, y alzarás los cimientos de generaciones y generaciones, y te llamarán reparador de brechas y restaurador de sendas para habitar (Isaías 58, 6-12).
Imágen extraida de : Paz y Bien
La Virgen en Medjugorje, nos pide ayuno Miércoles y Viernes.
A su vez, estamos en tiempo de Cuaresma, una época de Conversión, de acercarnos a Dios, de hacer ayuno, sobre todo aquello que sale de nuestra lengua.
Ayuno de aquellas cosas que nos gustan: la televisión, tomar algo en especial, la merienda, la cena, el copetin, evitar comer carne el Viernes, ya que fue el día de la muerte de Jesús.
Ayuno de nuestras comodidades, de ser centros del universo y que todo el mundo nos sirva. Traeme un vaso, traeme esto, alcanzame aquello...
Sí tú no puedes dejar de alimentarte, ofrece menos horas de sueño, ofrece aquello que te guíe el Espíritu.
Muchos hermanos necesitan de ti: los enfermos, ya sean de tú familia o no, los vecinos, los que pasan a tú lado en tú vida diaria. Más allá de tú presencia, hablales de
EL, de
Jesús, de su
Madre, de
Nuestra Madre, de la
Virgen María, las gracias que está derramando.
También hermana, hermano:
Ayuna de juzgar a otros.
Descubre a Cristo que vive en ellosAyuna de palabras hirientes.
Llénate de frases sanadorasAyuna de descontento.
Llénate de gratitud.Ayuna de enojos.
Llénate de pacienciaAyuna de pesimismo.
Llénate de esperanza cristianaAyuna de preocupaciones.
Llénate de confianza en DiosAyuna de presiones.
Llénate de una oración continua en la acción.Ayuna de quejarte.
Llénate de aprecio por la maravilla que es la vida.Ayuna de amargura.
Llénate de perdónAyuna de darte importancia a ti mismo.
Llénate de compasión por los demás.Ayuna de desaliento.
Llénate de entusiasmo de la fe.Ayuna de pensamientos mundanos.
Llénate de las verdades que fundamentan la santidad.LLÉNATE DE TODO LO QUE TE ACERQUE A EL
AYUNA DE TODO LO QUE TE SEPARE DE JESÚS !
La Virgen entrega todo esto a Dios, el cual derrama muchas bendiciones.
El las derrama SI o SI, a pesar que muchas veces no la veamos. Solo Dios sabe quién tiene la urgencia de su bendición, de su gracia. Estamos viviendo una época de gracia, donde muchos hermanos están retornando a la Casa del Padre, debido a que no tienen paz en sus vidas, porque han vivido sin Dios. Padecen el VACÍO de DIOS.
Hagamos ayuno hermanos, nuestro ayuno es UN ACTO DE AMOR, por nuestros hermanos.
Reitero, entreguemos todas esas cosas que nos gustan, por un bien mayor.
Un abrazo en los corazones de Jesús y María.
Feliz Cuaresma.
Tú Padre, está esperándote detrás de la ventana: cada tanto mira, para ver si tú estas retornando a la Casa. Deja de comer en la misma batea, de los cerdos y sus sobras.
Queridos hijos: estoy en medio de vosotros porque deseo ayudaros a superar las pruebas que este tiempo de purificación pone delante de vosotros. Hijos míos, una de ellas es el no perdonar y el no pedir perdón. Cada pecado ofende el amor y os aleja de Él; ¡el amor es Mi Hijo! Por eso, hijos míos, si deseáis caminar conmigo hacia la paz del amor de Dios, debéis aprender a perdonar y pedir perdón. ¡Os lo agradezco! ”
Te contamos que a partir de este 25 de Marzo, todos los 25, rendiremos tributo a Nuestra Madre. Ella desea, que tú la acompañes en este itinerario.
¿Sábeis qué ayuno quiero yo?, dice el Señor, Yavé:
