Tributo a las Abuelas y aquellos que hacen de su vida, una oración

Tributo a las Abuelas que rezaban y rezan el Santo Rosario.
Al pie de este artículo, tributo a personas que pasaron por mi vida.

Al publicar este artículo, encontré por ahí algo más referido a las Abuelas: un nieto en su blog, comentaba como recordaba a su abuela

Recuerdo a mi abuela...

Hace ya unos cuantos años que murió mi abuela materna. Dolores, se llamaba.

Murió nueve años después que mi abuelo Manuel.

Tras la muerte de mi abuelo, se vino a vivir con mis padres. Siempre estaba alegre, risueña, optimista, con una sonrisa en los labios dispuesta a regalársela al primero que se pusiera delante de ella.

No le temía a la muerte. A veces salía ese tema de conversación y ella siempre sonreía al decir que no temía la llegada de su hora final, que cuando le llegara, bienvenida sería, pero que no perdía ni un solo minuto pensando en ella.

Todos los días rezaba el rosario. Todos los días. Era muy creyente. Creía en Dios con los ojos cerrados y estaba segura y convencida de que algún día hablaría con Él. Como así espero que haya sido.

Igual lo rezaba por las mañana que por las tardes. No tenía hora fija. Lo rezaba una vez al día, pero sin horario estipulado: cuando mejor le parecía.

De pronto la veías sacándose del bolsillo de su bata ese rosario de bolitas negras y, sin hablar con nadie y sin responder a nada ni a nadie, comenzaba a rezar.

Rezaba moviendo levemente los labios y pasando las bolitas del rosario una a una, desgranando sus oraciones, avanzando misterio tras misterio, hasta que acababa.

Entonces guardaba su rosario en el bolsillo de su bata, en una bolsita de cuero negro, y comenzaba a hablar con todos, a sonreir, a comentar cosas, a responder a todo lo que se le decía...¡Entonces ya podías hablar con ella¡.

Tributo a los que hacen y han hecho de sus Vidas, una Oración.

En mi caso personal, les deseo contar de hermanos que rezaban el Santo Rosario, antes de mi proceso de conversión:
Un hermano que se llamaba Jorge, trabajaba en una empresa de seguridad, que brindaba servicios a la empresa, donde yo trabajo ... todos los días en una casilla, de 1 mt. x 1 mt.
Una vez pasé por donde estaba él,
y estaba arrodillado en su casilla rezando el Rosario ... pensé,!! está loco este hombre !!, se fue para el otro lado ... al tiempo que yo sané mi "Ceguera Espiritual" , empecé a charlar con él y tenía una radio, que escuchaba todos los días, la Santa Misa, el Santo Rosario, tenía un libro de Oraciones , etc. etc ... todos los días rezaba ... Jorge, partió hace unos años a la Casa del Padre.
Algún día en la Eternidad, podré contemplar que sus oraciones, fueron para mi, para que volviera a la Casa del Padre , para que corriera el velo.

También tenía una vecina: Isabel, que todos los días rezaba el Rosario ... una Santa, Isabel.
Todas las Pascuas, antes de irse a la casa de su hijo, golpeaba la ventana, y nos deseaba "Felices Pascuas". Uno festejaba la Pascua, y no sabía ni lo que hacía, ni conmemoraba: no conocía a Nuestro Señor Jesucristo, que nos compró con su Sangre por Amor. No conocía al Señor de la Vida. Sólo en Él está la Vida.Fuera de Él, no hay Vida.

Seguramente por su interseción, hace un tiempo estoy llevando la Buena Nueva a sus hijos, nueras y nietos.

Y seguramente, como con el hermano Jorge, el Santo Rosario de Isabel y sus oraciones ... en la Eternidad, podré contemplar que sus oraciones, Nuestro Padre Celestial, las derramó sobre aquellos que debían volver.

Señor, dales un lugar de privilegio en Tú Patria Celestial, a Isabel ,a Jorge, y a todos aquellos hermanos, que hicieron de su Vida una oración, ya que vivieron de Cara a Ti y fueron "ejemplos". Amén

Bendito sea Dios.

Estoy seguro que las oraciones de muchos, además de estos hermanos, me pusieron en camino, hacia la Casa del Padre.
Ahora hago lo que hacía el hermano Jorge.
María se metió en lo más intimo de mi corazón.


La única oración que se pierde, es la que no se hace.

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